No me gusta que me hagan sufrir pero me gusta crearme sufrimiento. No me gusta que me humillen, pero me culpo a diario conviviendo que personas superiores a mi. Tengo el don del pesimismo y el poder de amargarme la vida con cosas que no tienen importancia para casi nadie.Tengo el don de ser la persona más despreciable del mundo, de hacerme daño cada día y seguir pagando por ello en cada momento. Nadie me quiere presente, todos se lo callan, nadie lo acepta, soy bipolar... Estoy muy feliz y de pronto era todo efímero y me encuentro llorando por la calle.
¿Un abrazo? es mentira, ¿una mirada? no dice nada, ¿un te quiero? falsedades.
Tan solo tengo 17 años, ¿quién realmente quiere salir a dar una vuelta con alguien como yo?
Si las palabras duelen yo no entiendo como mi pecho no estalla. Quiero que se acabe ya el mundo.
Kris.M.