lunes, 17 de junio de 2013

¿Quién controla nuestros pasos de baile?

Cuando nos sentimos manejados como una marioneta, o tan solo esclavos de nuestros sentimientos. Todos esos momentos que pasamos viviendo por y para los demás sin darnos cuenta que la vida se nos va entre suspiro y suspiro, y realmente en el futuro es cuando nos damos cuenta de lo que podíamos haber hecho en el pasado y no caemos en que las oportunidades se aprovechan en el presente.
Y seguimos buscando, deseando que todo cambie; recibir una sorpresa, un te quiero improvisado o tan solo una sonrisa (sí, esas sonrisas cálidas y cómplices que todos conocemos). Una espera interminable que se produce cuando imaginas como te gustaría que fueran las cosas y realmente sabes que nunca se cumplirán y piensas que todo sería mejor si estuvieras sola, si no te hubieras levantado de la cama esta mañana, si el día no hubiera empezado, solo así no te sentirías tan mierda como te sientes, tan asquerosamente odiosa por todo lo que provocas al salir de la cama.

Kris. M.

sábado, 15 de junio de 2013

A oscuras.

Por caminos sin salida en donde nos encontramos soñando a oscuras, culpando a la vida y a quien nos hizo mal, sin darnos cuenta que nuestro instinto sigue enfermo. Ese sueño en el que sólo queremos hacernos daño, y seguimos buscando donde ya no hay nada, donde sólo encontramos locura. Es difícil levantarnos del suelo, conocemos este juego del que sabemos que no vamos a ganar, pero seguimos a oscuras, empujándonos al olvido y sabiendo que queremos ser princesas de un cuento que no existe, y sin darnos cuenta de que sólo hay que decirle adiós a lo que fuimos... Y seguimos año tras año intentando sobrevivir con un nudo en la garganta y sonriendo cuando en verdad estamos muriendo por dentro. 

 

Kris. M.


domingo, 9 de junio de 2013

Lágrimas en papel.

Un suicidio colectivo de sentimientos que no saben donde meterse cuando poco a poco me voy abriendo las heridas de mi piel. Esas fuerzas efímeras que me dejan sola a la hora de la verdad, ese maldito número que nunca llegará, cada paso en falso es una derrota. Miedo es pasar al olvido de mi subconsciente, miedo a perder mis sentimientos, mi realidad.  
Pero todo esto un día acabará conmigo y terminaré siendo el ser insignificante que debí ser algún día... Seré lo que siempre quise ser.

(...) Quiero ser princesa, mi sangre es real pero la corona me pesa. Me pesan tantas cargas que me doy por vencida... escucharás los llantos de esta niña suicida. (...)

Kris. M.