jueves, 23 de febrero de 2012

Cada uno tiene lo que se merece.

Atrapada en esta cueva hago una tregua con mi alma para jurarme infelicidad eterna.

Ser el ser más despreciable del mundo solo se consigue siendo mala persona, como lo soy, mirando solo por mí y nunca por los demás, he llegado a ser un ser que no merece salir a la calle, es más, no saldré más a la calle si no es para ir a las obligaciones diarias, haré lo justo para vivir lo que me queda sin que me estén matando con sus palabras y sus actos. Respiraré profundo, desearé que me echen de menos, mientras que otros desearán mi muerte, desearé ver lágrimas mientras otros tan solo celebraran mi desaparición. Tardarán unos días en darse cuenta, yo tan solo desapareceré lentamente y nadie podrá evitarlo, cada vez me verán menos… Ya me demostraron que lo perdí todo y en un mundo donde no tienes nada ¿qué te queda? Pues sentarte y esperar tu propia muerte, que no es poco eh…

Y de eso que te levantas y dices ¿qué coño pinto aquí? Yo con todo lo que soy… y después es cuando te miras al espejo y dices que ahora lo entiendes todo. Es imposible que sirva de algo, puro objeto que busca cariño desesperadamente, y es que es eso!! Estoy desesperada, desesperada por querer verme bien, desesperada por ver que la gente no me acepta en la sociedad, desesperada por un abrazo, por un “venga tu puedes”.

Levantarte por la mañana y que todo sea diferente, que nadie te diga “eres una puta mierda” o “eres mala persona”, que nadie te haga sentir mal y no te inciten a autolesionarte para relajar los nervios. Y encima nadie te puede ayudar, nadie está cuando realmente lo necesitas, no hay nadie para secar mis lágrimas, no hay nadie para darme un abrazo, ni unas palabras bonitas, nadie tiene un mínimo detalle conmigo, ¿Conclusión? Si nadie se acuerda de mí, no vale la pena ocupar espacio en esta sociedad.

Dejar de marcar días en el calendario, querer que pasen los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses, los años… desear tan solo que todo mejore y realmente todo sigue igual. Desear que llegue la noche para meterme en mi cama, arroparme junto a la soledad y caer en el vacío, caer en las manos de desesperación, sentir frío, pero no frío en la piel, sentir frío en el alma, dolor, un dolor que te hace llorar.

Sentirme realmente mal y no poder evitar sentirme sola. Y es ahí cuando empiezas a contar cuantas amigas tienes de verdad… pero de esas que realmente te quieren, o sea las que te demuestran las cosas cada día. Bueno que estoy sola… no hay más vueltas.

Eso sí, aquí estaré para lo que queráis, aquí estaré cuando quieras una sesión de fotos, quieras ir de compras, quieras contarme tus batallas, quieras llorar, quieras utilizarme y después tirarme al suelo y pisarme sí, para eso siempre estaré. Pero te pido disculpas desde ya, para cuando no pueda dejar que me utilices, cuando no pueda asistir porque no tenga fuerzas ni para salir de la cama, cuando no pueda secar tus lágrimas porque me esté ahogando con las mias, cuando no pueda escuchar tus batallas porque ni si quiera pueda escuchar mis propios pensamientos, cuando no pueda ir de compras porque me de miedo que me vean por la calle y que después hablen de mí, perdóname también cuando no puedas tirarme al suelo y pisarme pero muchas veces aunque no te des cuenta me resbalo con mi propia autoestima y ya me encuentro pisoteada.

Disculpa si me aleje de ti y fui egoísta… perdona si me volví loca porque nadie me comprendía, perdóname por no pensar en ti, perdona… perdona por compartir la vida en soledad y gracias por hacerme ver que realmente si soy una mierda, por abrirme los ojos.

Por hacerme un poquito más infeliz cada día, nunca nadie se acuerda de mí… debería de estar acostumbrada… pero soy tonta y sigo esperando que las cosas algún día cambien.

Kris. M.