Saber con seguridad que tenemos una mano amiga que siempre está ahí, para cualquier cosa, en cualquier momento... para darnos una palmadita en la espalda o tan solo para transmitirnos tranquilidad.
Un suspiro, un momento para respirar y coger fuerzas para seguir caminando y creciendo, dejando mil problemas a nuestro paso...
Kris. M.